La hermana buena

Estoy convencida de que en todo par de hermanos está "el bueno y el malo", aunque con el paso de los años descubrí que también el malo puede transformarse en bueno, o al menos intentarlo...
Hoy les voy a hablar de: La hermana buena.
Hace muchos muchos años nacía en una familia la hija más pequeña de un matrimonio, ellos llevaban unos 14 años de casados (2 hijos) y ambos tenian unos 40 años de vida (aproximadamente).
Al nacer la bebe se transformó inmediatamente en el centro de atención, y sus hermanos no dudaron en mimarla para toda la vida. Aquí entra en juego la hermana buena, quien con sólo 14 años empezó a jugar a la mamá con su hermana más pequeña (rol que sin saber llevaría tatuado para toda la vida y con cada niño que se cruzara en su camino).

Mi familia en mi cuaderno de 1º grado. Año 1990

L es la hermana buena, es paciente, dulce, sensible, amorosa, cariñosa, alentadora, protectora, revelde, luchadora, liberadora y muchas veces "colgada" o "empanada"; y creo que esos momentos de mente en blanco son necesarios en una persona que se ocupa taaaaaanto de ver felices a taaaantas otras personas de una manera absolutamente desinteresada y altruista.
Ella es mi hermana, la mayor (aunque odia que le digamos que es la mayor y por eso no pienso revelar su edad jajaja!). Ella es mi compañera de mates, cervezas, cancha, recitales, plazas, risas, lágrimas, abrazos, cagadas a pedos (de mi parte, porque yo soy la hermana "mala" jaja)  y un sin fin de etcéteras que me serían imposibles enumerar. Y hoy celebra un año más de vida, por eso quiero dedicarle mi post de lunes y decirle Gracias.
Gracias por ser auténtica, gracias por amarme y cuidarme como una hermana/mamá en Buenos Aires, en Mallorca y en cualquier punto del Universo en el que me encuentre, porque aunque estemos lejos físicamente siempre caminas a mi lado. Feliz lunes y gracias al Universo por la existencia de las "hermanas buenas".