Se la pasa todo el día intentando interactuar con el humano que se encuentre más cercano a él, en este caso conmigo. 24 horas VEINTICUATRO ¿desgastante no?
En este momento pienso que debería tener algún tipo de cámara de video buena para demostrarles lo que les estoy contando.
Me levante pronto para hacer un trabajito de un curso de marketing que estoy haciendo y el "tipo" no para de insistirme que es hora de que juegue con él y puedo asegurarles que no le importa nada más que eso. Esta mañana sonó el despertador y él ya estaba rascando mi puerta, fui al baño (él a mi lado mirándome) y no llegué a sentarme frente al ordenador que ya me había traído su coleta/colita (si, la que los seres humanos usamos para atarnos el pelo largo) para que se la tire y él la busque, se la tire y él la busque, y se la tire y sigamos repitiendo repitiendo este círculo de manera infinita hasta el hartazgo (del ser humano, obvio).
El problema es que uno no puede dejar de querer jugar con el "Señor" porque en ese caso comienza a arañar todos los sillones/sofás que encuentra en su camino, o a querer dormir sobre tus papeles u tu ordenador/computadora , o (lo que es peor) se sube a mi altar budista para empezar a tirar las cosas de a una hasta que en ese momento debo dejar de hacer lo que estoy haciendo y al levantarme me pone su carita del "Gato con botas" de Shrek y ... con esa cara ¿Quién puede retarlo? ¿Quién puede resistirse a sus encantos gatunos? Yo definitivamente, no. Les dejo algunas fotos suyas en Instagram y solicito asesoramiento si alguien tiene tips para educar a un gato como el mío.
Buena semana y sean felices a pesar de todo, que la vida debe ser hermosa! ❤
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